Una mujer con una blusa blanca acostada de espaldas, rodeada de frutas y verduras de colores brillantes, sostiene una flor rosada.

“No Solo Comida”

La chef Jocelyn Ramírez habla de una cocina a base de plantas que puede encantarle hasta a una abuelita

El primer libro de cocina de la chef Jocelyn Ramírez, La Vida Verde: Plant-Based Cooking With Authentic Mexican Flavor (Cocina a base de plantas con auténtico sabor mexicano) llegó caído del cielo para quienes prácticamente crecimos en la carnicería, pero que igual nos preocupan un poco nuestras arterias. Basadas en las deliciosas comidas que sirve en su camión de comida en Los Ángeles y en su empresa de catering Todo Verde, las versiones vegetales de Ramírez de los platos clásicos mexicanos se centran en la salud, pero no renuncian a la tradición de la cocina de tu abuelita. Sus carnitas de yaca, de su receta engañosamente sencilla, están tan perfectamente condimentadas con comino y jugo de naranja que, prácticamente, no se distinguen de un taco de cerdo.

Sin embargo, el enfoque de la cocina a base de plantas de la chef Ramírez va más allá de los sabores atractivos. En una entrevista, habló de centrarse en la sustentabilidad, en los problemas de salud de las comunidades de color y en la creación de un espacio para otras mujeres chefs de color a través de su centro culinario y de la serie de eventos Across Our Kitchen Tables.

Este año, comida vegana cerca de mí fue una búsqueda destacada en Estados Unidos.

Las 5 comidas veganas más buscadas en Estados Unidos en 2021

1. pasta vegana 2. pastel vegano 3. panqueque vegano 4. chili vegano 5. sopa vegana

Una búsqueda destacada es aquella que crece al menos un 5,000% en comparación con el periodo anterior. Se trata de algo importante.

En su libro, incluye una conmovedora introducción sobre la cocina a base de plantas y los problemas de salud en las comunidades latinas. ¿En qué se inspira tu enfoque?

A menudo, nuestras comunidades ven algo como la cocina a base de plantas como el último esfuerzo para estar saludable cuando se les diagnostica algo realmente aterrador. Quiero intentar que la gente piense más en la comida como una opción de estilo de vida cotidiana que sigue teniendo un buen sabor, que no da la sensación de que te pierdes de algo y que no nos mete en problemas de salud que pueden evitarse. ¿Cómo podemos evolucionar y redefinir nuestra forma de pensar en cuanto a los alimentos culturales y tradicionales? La gente piensa que, si la fiesta en el patio no tiene carne asada, no es una fiesta tradicional; que, si el pozole no tiene cerdo o pollo, no es un pozole tradicional.

Eso no es cierto, la “tradición” ha evolucionado también. Hay que cambiar esa mentalidad y pensar más en cómo vemos la comida ancestral en el mundo moderno. Hemos llegado muy lejos después de la colonización, así que ¿cómo podemos recuperar nuestra salud de una manera que se sienta más sostenible, más holística? Eso no significa que ya no comamos esas cosas, sino que las veamos más como algo para una ocasión especial, un capricho.

La carne está muy arraigada en nuestra cultura mexicana. ¿Has sentido rechazo?

La búsqueda de comida saludable en Estados Unidos alcanzó un récord histórico este año.

Si voy a un evento y la gente llega a nuestra zona por el aroma o porque luce bien, y luego decimos: “¡Oh! es mole de setas o tinga de yaca o ceviche de palmito”, la gente comenta: “Qué bien, muy interesante”. Pero, una vez, un miembro del personal mencionó: “Todo esto es comida vegana”, y todos dijeron “No, no, ni siquiera quiero verla. Es vegana; yo no soy vegano”. Y, a partir de ese día, pensé: “Realmente no podemos abordar el tema de esta manera”. Simplemente no tiene una connotación positiva en nuestras comunidades y también se siente muy binario. Quiero algo que pueda existir en entre estos dos mundos. Por eso utilizo el término “a base de plantas” más que “vegano”, suena un poco más flexible para algunas personas, y creo que eso es un paso más adelante en la dirección que todos debemos tomar.

“En las comunidades de color, no solo se trata de la comida, sino de la experiencia”.

En la comunidad vegana, he descubierto que la gente puede ser muy estricta, y eso, para mí, no tiene sentido. He conocido gente que me dice: “Estás intentando hacer comida mexicana sana, pero sigues usando aceite de cocina y sirves agua fresca endulzada con jarabe de maple, ¿por qué no sirves zumo de hierba de trigo o algo más sano?”. Y yo les contesto: “A ver… Vamos por partes”. Tiene que ser algo que resuene con esa persona para que todavía sienta la conexión con su cultura y que no sea demasiado diferente para que, eventualmente, pueda llegar a ese punto.

Has hablado de las formas indígenas de cocinar y de la descolonización de nuestras mesas. ¿Cómo desarrollaste tu filosofía?

Le doy mucho crédito a mi mentora, Claudia Serrato, una antropóloga gastronómica y cultural. Ella realmente analizó el desperdicio de alimentos de los indígenas y el hecho de que la mayoría de las comunidades indígenas no son 100% veganas; todavía se consume carne en ocasiones especiales. Es diferente a la sociedad moderna, en la que podemos comer carne en cada comida sin pensar dos veces en el animal dentro del ciclo y en cómo todos somos parte de este ecosistema. La forma en que su conversación conectó el feminismo y el veganismo me hizo pensar, y ese mismo día, decidí adoptar una alimentación a base de en plantas.

En 2017, cofundamos una organización llamada Across Our Kitchen Tables. Pensamos: “Sería genial tener un espacio en el que las mujeres de color que trabajan en el sector de la alimentación pudieran reunirse y hacerse preguntas sin sentirse ‘juzgadas’ o que ‘no saben lo suficiente’”. He aprendido mucho siendo parte de ese grupo.

¿Por qué crees que la comida puede ser restaurativa más allá de la nutrición física?

Estuve en un panel con mi amiga Karla Vásquez, de SalviSoul, y una de las cosas que dijo que realmente me impactó fue: “Cuando me sentaba alrededor de esta mesa con mi abuelita, mi madre y otros miembros de la familia, no solo hacían comida, sino que nos nutrían”. Había historias que se contaban en la mesa, realmente se preocupaban por mí y me preguntaban cómo me había ido en el día. No solo se trataba de la comida, sino del espíritu. Creo que eso es algo que tenemos mucho en las comunidades de color: la experiencia. Eso, para mí, es tan importante como asegurarse de que el plato de comida sepa realmente delicioso.

Por Julianne Escobedo Shepherd

(Ella)

Julianne Escobedo Shepherd es una periodista y editora chicana que nació en Wyoming y vive en Nueva York. Actualmente, está escribiendo un libro para Penguin sobre su educación y la mitología del oeste estadounidense.

Juan Renteria

(Él)

A Juan Rentería (el Creativo), artista que nació en México y se crió en Los Ángeles, le gusta la colaboración y la combina con el deseo de impulsar a otras empresas propiedad de latinos centradas en el crecimiento de la comunidad. Su exuberante personalidad es evidente en toda su obra, desde sus piezas únicas hasta sus innovadoras instalaciones.